Inauguración: Sábado, 6 de abril de 2013, 8:30 p. m., Galería "Julio Girona" (UNEAC, Manzanillo)
Cantar la eternidad
Todos los ríos llegarán al mar:
Llegarán con su carga de paisajes
Verdes, rosados…
Fugaces…
Dulce María Loynaz(Certeza. Versos)
De la serie "Emancipación" |
El artista se rebela con toda la fuerza del ego, encuentra su otro yo; reafirma, tal vez solo lo pretende, el papel de demiurgo en la antinomia pictórica figuración/no figuración que devela la naturaleza de la materia y el conflicto interior expresado en un rostro de rasgos firmes, casi dolorosos, que se difuminan luego. Allí hay una bifurcación donde el espectador tendrá que escoger entre el camino del Arte y el de la Creación, si es que acaso se excluyen en cuanto de divino tienen en común. Tendrá que pensar en un universo en transformación permanente o aferrarse a su primer motor.
Eduardo ya ejerció su opción, vivió su epifanía, como salido de platónica caverna, de la oscuridad a la luz. El camino supone travesía tormentosa en la que gana sitio paulatinamente una conciencia emancipada de pasiones individuales y con cada trazo, cada gesto, un acto de catarsis que descorre el velo ante lo que parecía vedado. Si la catedral de Ruan fue un pretexto de Monet para captar la belleza, Eduardo llega a prescindir de tales ataduras e invita a compartir la emoción de su hallazgo.
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