Quinta Avenida neoyorquina inauguró la primera muestra personal de un
artista oriundo de Manzanillo fuera de la isla. Ovidio García Pavón
colgó en sus paredes 31 lienzos y dibujos. La información periodística
revela que se trataba de "motivos afrocubanos", tendencia en boga en
las artes e ilustración cubanas del momento, enfrascadas en la
búsqueda de lo nacional.
Hijo de comerciante español y manzanillera, Ovidio nació en el
Guacanayabo el 2 de mayo de 1909. Antes de esa exposición, acontecida
tres décadas después, nada ha podido localizarse sobre su vida,
posibles estudios y obra, salvo un homenaje compartido con Julito
Girona, que les ofreció el Grupo Literario de Manzanillo. Sin embargo,
tal era el "reconocimiento" del que gozaba que se contó entre los
creadores cubanos en la Feria Mundial de Nueva York de ese mismo año.
En 1940 alcanzó un nuevo hito, cuando el Patronato de Artes Plásticas
adquirió su dibujo "Mulata con piña" para el sorteo mensual que
realizaba entre sus socios. Esta le tocó en suerte a la señora Ondina
Díaz. Durante ese decenio regresó a la tierra natal para mostrar su
talento en las vitrinas de la tienda La Campana.
Ya en 1950 envió sus piezas a la Exposición nacional de pintura,
escultura y grabado y cuatro años más tarde volvió a exponer en
Estados Unidos, en la Old Chapel Gallery (Union College), en una
exhibición colectiva en que destacaban el pintor y escultor venezolano
Francisco Narváez y el norteamericano Randall Vernon Davey. Desde
entonces fijó allí su residencia.
Pero su rastro se esfumó tan repentinamente como se dio a conocer
entre sus coetáneos. Nada se sabe del resto de su quehacer ni de su
fallecimiento en el país norteño. Apenas alcanza a tipificarse la
visión folclorista de su trabajo por el mínimo testimonio gráfico
encontrado y las referencias de la prensa. La obra de este hombre se
perdió entre las brumas de la diáspora.
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