sobre el diseño y la ilustración cubanos de la primera mitad del siglo
XX. Sin embargo, sus trazos contribuyeron a edificar el patrimonio
gráfico de la revista más longeva de Cuba: Bohemia.
En la ciudad no se encuentran huellas de su quehacer, ni familia que
pueda dar testimonio sobre una vida cuyo origen, pormenores y fin
permanecen ocultos. Su único legado queda en las páginas del semanario
habanero que le dio renombre en aquella época. Su rostro puede verse
entre los ilustradores del número especial por el aniversario 25 de la
revista, junto a un jovencísimo Julio Girona.
Peña ilustró narraciones por entregas, textos variados y artículos
políticos publicados en Bohemia. Su estilo recibió el impacto de la
renovación visual de las revistas Carteles y Social, pero sus figuras
estilizadas se distinguían de las mujeres de Massaguer y de los
personajes de Jaime Valls, y circunstancialmente ensayó también una
estética más expresionista y cercana al trabajo de Rafael Blanco.
En 1946 regresó a la ciudad natal y expuso en el Círculo Manzanillo,
en cuyas paredes colgó una singular galería de caricaturas de la
sociedad del terruño, que el domingo 24 de marzo se dio cita en pleno
para admirar sus "apuntes". Fue presentado por Enrique Véliz, uno de
los promotores y animadores culturales más activos de la región. La
vida y obra de José Manuel Peña merecen estudio y el homenaje que
desde aquí tributamos.
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